Locura

En ocasiones te preguntas si todos experimentamos los mismos sentimientos. Esas sensaciones de abandono y amargura, esos nudos en estómago y garganta que se mueven bombeados por tu torrente sanguíneo, que te hacen querer llorar, querer gritar hasta quedarte afónico; que te hacen desear la muerte.

¿Cómo ver luz entre tinieblas, cuando estás ciego? ¿Cómo abrir los ojos al mundo cuando lo mejor para ti es mantenerlos cerrados?

La cordura es algo curioso. Algo que permanece un tiempo, pero que exige un mantenimiento. Y si este no se da, la cordura se marcha. Se aleja cual rápido gamo y desaparece de nuestras vidas para siempre. Y… ¿qué queda entonces?

Una persona rota, desgarrada, que ve doble y no ve nada, que se mantiene viva por caprichos del destino, que no muere porque está encadenada a este mundo.

Una persona que no existe, que es invisible, que no resalta, que se desvanece como el humo ante los ojos ajenos; alguien que nadie es capaz de ver.

Una persona que es frágil, que se resquebraja, que siente el peso del mundo sobre sus hombros; un infinito sufrimiento que le hace creer en cosas que la mayoría considera irreales, como única vía de escape a su desgracia.

¿Qué es entonces lo más interesante?

¿La cordura o la falta de ella?

Comentarios

  1. independientemente de si es interesante o no prefiero estar cuerda que no, y no le veo nada de interesante a la falata de cordura, esta visto que es un fallo del cerebro, siempre dependiendo de que se considere estar cuerdo que, no poruqe muchas veces ya no se que pensar de la sociedad..

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