Es sólo papel mojado...

Antes pensaba que las promesas eran para toda la vida. Concebía los juramentos como algo que no se podía traicionar, que no se podía romper; que debías respetar hasta el día de tu muerte.
Ahora soy más realista y menos idealista. Mirar a mi alrededor me ha hecho darme cuenta de lo hipócritas que son aquellos que nos enseñan esas lecciones; de cómo todo el mundo resta importancia a esos compromisos, tomándolos por menos que nada.
Las promesas quedan atrás.
El pasado nunca ha ocurrido. 
Y la lealtad no significa nada: es sólo papel mojado.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Lucero del alba

Una mentira nunca vive hasta hacerse vieja

Déjame en paz, futuro