La más baja de las traiciones

Ella está destrozada.
Tras tantos años sin tener certeza absoluta de como se sentía el otro respecto a ella, ahora comprende el por qué de sus dudas. El por qué de sus desmanes. El por qué le ignora y el por qué cuándo le habla es sólo para recriminarle las cosas que hace mal. 
Sé que ella querría odiarle. Todo sería mucho más fácil así. 
Pero no. Incluso ahora que conoce la bajeza a la que ha sido capaz de llegar y las traiciones que ha cometido; sigue queriéndole con la misma intensidad de siempre. 
Y por ello sufre. Lo pasa mal. En su interior hay un un agujero negro: un vacío abismal que piensa que nunca podrá llenar.
Y yo, testigo mudo de todo, me pregunto... ¿es el amor siempre tan tóxico?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una mentira nunca vive hasta hacerse vieja

Lucero del alba

Déjame en paz, futuro