Farsa

Realizas ordenadamente todos y cada uno de los monótonos rituales que se repiten cada mañana. 
Te levantas por la mañana, bien temprano, antes incluso de que el sol haya empezado a despuntar en el horizonte. Te lavas la cara un par de veces para despejarte; acto seguido te preparas un buen desayuno para afrontar bien el día. A continuación, una vez vestido, te afeitas, te peinas y te cepillas los dientes; todo para tener buen aspecto. Para parecer una persona normal y corriente. 
Todos los días, uno tras otro, lo mismo.
Una enorme farsa. Una burda y estúpida pantomima para verte encajar como uno más. Y encima, no lo consigues.

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