Hoy he empezado a pintar un cuadro. Al principio, no sabía exactamente qué estaba haciendo, pero conforme entremezclaba los colores en la paleta, mis pensamientos se diluían, y mi mente cada vez estaba más despejada. Las líneas y trazos del lápiz perdían opacidad, mientras que los tonos del óleo cobraban más fuerza sobre la superficie del lienzo.

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